miércoles, 12 de febrero de 2014

Hígados y Transporte en Lima

Todos sabemos que el  transporte en las ciudades del Perú está regido un  libre albedrío salvaje y descontrolado, un monstruito que ha ido creciendo sin que nos demos cuenta hasta volverse un repugnante infierno. Ahora, ante un problema así,  las soluciones son difíciles, pero posibles. Aunque este debería ser el tema central del  post,   hoy arbitrariamente y con la pura intención de fastidiar, me enfocaré en  encontrar  a  quienes echarles la culpa.

1         El liberalismo

 El postulado más desencantado  del liberalismo salvaje, es que todos los seres humanos tienden a la corrupción y a la maldad, por lo tanto, los aportes que se den a la sociedad  son una consecuencia casi involuntaria de la acción de empresas que velan por sus propios intereses  y  que enfrentan los riesgos del negocio por su cuenta, contrarrestando  la maldad natural de la gente  con consensos sociales enmarcados en una burocracia que ellos mismos pagan y mantienen de su rédito. Todos los problemas que devengan, se solucionan con compensaciones baratas, sumisión ante institucionalidades inventadas  o resignación ante el poder infinito del “sistema”. Generalmente  el aporte social de las empresas se negocia también con reglas del liberalismo. A veces es una cuestión de marketing y de imagen institucional, a veces es caridad “cristiana” y miserable, a veces es populismo cacaceno, aveces está motivado por la evasión de impuestos,  pero lo que es seguro, es que las empresas de transporte urbano no tienen ni la necesidad ni la motivación de aportar algo a la sociedad en absoluto, es más, el abuso al usuario es algo cotidiano.

El liberalismo, al quitarle  el poder al estado, tachándolo de corrupto e ineficiente, ha convertido a las empresas en dictadores insensatos que hacen lo que les da la gana, si quieren no reinvierten , si quieren no dan un buen servicio, si quieren  se inventan nuevas líneas por donde quieran, o por donde logren meterse negociando. 

El problema de las ETs es que se ha vuelto una metástasis, es algo tán generalizado y masivo que ante cualquier medida restrictiva o intención de ordenamiento que toque  su retorno, amenaza con paralizarse y tumbar el sistema. Va a ser muy difícil deshacerse de ese problema y más aún, reemplazarlo por un sistema realmente funcional a los intereses del ciudadano. Pero así es como los acostumbramos, con  leyes complacientes y “tercerizando” el problema del transporte público a un mediocre sector privado.

2  El usuario berrinchudo

La idea terriblemente berrinchuda de que una persona con estatus alto no puede ir en micro ni bicicleta  ha literalmente jodido el transporte en todas sus formas, desde la enorme  demanda de taxis, vehículos que la mayoría del tiempo llevan dos personas de las cinco que deberían llevar,  creando un parque automotor indecentemente grande, que va aumentando con los años gracias a la claudicación y permisividad de autoridades corruptas que dejan ingresar  al mercado autos  no necesariamente nuevos ni de buena calidad.

El uso de bicicleta en Lima más que un medio de transporte, es un arriesgado deporte de aventura. La falta de ciclo vías, la falta de respeto la ciclista y de una cultura de ciclismo  funcional, reduce este medio de transporte a sólo recreativo y restringido a ciertos días de la semana y ciertas áreas cerradas.
También está el complejo de inferioridad del ciclista, cosa que se da bastante en el Perú, que un empresario no puede llegar en bicicleta, que un universitario no puede andar en bicicleta, que un gerente no puede estar manejando bicicleta, que los clientes no te pueden ver en bicicleta… son solo  prejuicios profundamente estúpidos que serán muy difíciles de superar. En otros países se da una situación absolutamente contraria, el ciclista urbano es un signo de sostenibilidad, de buena salud y hasta de profesionalismo.


Pintas terribles e indignantes de gente ignorante.
3 El Poder

En un principio, para solucionar el problema del transporte en Lima no se convocó ni a urbanistas ni a especialistas en vías urbanas, se convocó a Ingenieros de Carreteras, acostumbrados a trazar rayas entre cerros y relieves para que los autos pasen lo más derecho posible, los pasajeros y peatones no son más que fantasmas en la carretera a los que no hay que hacer mucho caso. Es por eso que algunos tratamientos de grandes avenidas, se dan flujos peatonales desastrosos, impensados y problemáticos.


El terrible trébol de Javier Prado, que tortura a los peatones dando vueltas y vueltas sin sentido, caminando largos tramos para cruzar de un lado a otro, planteado de la peor manera. Los carros pasando cómodamente

Cuando se comenzó a plantear la ciudad de Lima alrededor del Damero, se trazaron vías urbanas principales, algunas de hasta 100 metros de ancho que actuarían como corredores que absorberían el tránsito intenso para conectar el centro con los que entonces eran los centros poblados de Lima, como el Callao y Chorrillos. En ese entonces la entidad encargada de urbanizar pertenecía al gobierno. Avenida Brasil, Grau, Alfonso Ugarte  y un pedazo de la Avenida Argentina son ejemplo de este primer planteamiento.  Lamentablemente estos corredores grandes no se siguieron proliferando y en su lugar, mezquinos y mercantilistas sujetos con dinero, la mayoría extranjeros,  compraron las tierras de los alrededores de esta ciudad barroca para urbanizar con vías mínimas para sacar más área de lotes que vender, lo que causó la apretada y caótica configuración que tenemos hoy en día.  
¿Por qué no se hizo un metro subterráneo  en Lima? Algunos le  echan la culpa a la vía expresa, a la crisis de la postguerra con Chile, a la cavilación de  las autoridades, pero en fin, no se hizo y es una realidad a la que hay que adaptarse.  Al menos hubo  tranvía.

Recientemente en una  etapa supuestamente inmadura e ingenua se creyó la idea de que los bypases de concreto salvarían el transporte en  Lima. Puede resultar  “sostenible”, porque el populórum vería obras ejecutándose, el alcalde y su cúpula podría meter uña en presupuestos y  sus respectivos expedientes técnicos, todo sustentado por  estudios pobres, bastante limitados a problemas puntuales y contextualizados de congestión.

El Bypass de Puente Piedra, siempre vacío, justo como en el 3d. Los peatones andan apoltronados y enredados con el transporte publico y una invasión de ambulantes por las calles que quedaron arriba de la fantasía del bypass en un desorden total.

Efectivamente, fueron medidas populares y exitosas, pero en vez de solucionar el problema, lo aumentaron, priorizando la comodidad para el conductor de auto particular y zurrándose en el peatón y el transporte público en la gran mayoría  de los casos. Mientras tanto, el tráfico que sale del imaginario mundo de los bypases, sigue siendo infernal y sus alrededores, casi imposibles de caminar o bicicletear  con comodidad.

Compensaron en algo, con el sistema de Buses del Metropolitano, que con  todo su paquete de errores, fallas, colapso constante, indiferencia con el peatón, destrozo de vialidad de Barranco, supuesta corrupción, concesión adefeciera , e  increíblemente lenta construcción que sospechosamente no concesionaron, tiene un balance positvo en lo que se refiere a aporte social. Sí... Hay que aceptarlo.     
Tristemente no es el caso del Tren Eléctrico, ahora maquillado por estaciones oportunamente copiadas  al metro de Santiago (Que a su vez se copiaron de las de un metro de Illinois) .Estaba planteado  para una Lima ochentera, en efecto, tecnológicamente está atrasado con roche. Su  construcción demoró más de 20 años, con una paralizada de casi 15 años. Un sistema deshermanado de toda la realidad, que va lento, cobra caro, interviene agresivamente la ciudad con una configuración patanesca  y actúa más como monumento al ego de  figuras políticas que como transporte.


Espacio que no es nada.. debajo del tren eléctrico, algún dia puede ser convertido en vivienda social, digo?

Un  excandidato a la alcaldía, sostenía la descabellada idea que la solución mágica al transporte era con la construcción de Glorietas en vez de Bypases, bien parisino todo. Otro candidato sostenía que era con una flota de helicópteros que recogieran los carros que se chocaban obstaculizando el tránsito, para llevarlos a un purgatorio o algo así, se aparecía en los programas de televisión con un helicóptero de plástico. No la hicieron.



La Solución

Lamentablemente, la única solución viable requiere del sacrificio de una gestión municipal que hiciera un estudio intenso de años de duración que fabrique un mega plan maestro que básicamente, abstraiga toda la ciudad en gráficos de flujos, tiempos, proyecciones a futuro, capas y casos particulares para lograr datos exactos de  cuanto, como , donde y por qué se colocarían corredores viales, bypases, anillos, peatonalizaciones, medidas restrictivas, entre otros,  corriendo el riesgo claro, que  el pueblo llano  no vea obras mientras tanto y se cree un caos político con chusmas enardecidas, medios manipulados y teléfonos malogrados. Efectivamente, esto es lo que ha pasado.

En una conferencia del brillante  Arquitecto Willey  Ludeña Urquizo sobre  el futuro de Lima, pronosticaba en 50 años una enorme ciudad distópica  que había crecido alargada por el Litoral, ala cual llamaba “Peine Viejo”, por su forma en el mapa, un eje sobre la costa  de norte a sur, desde Chancay hasta Cañete,  del cual salen unos dientes hacia la sierra, en  forma triangular, o lo que popularmente se conoce como “Conos”.


 Y siendo Pesimistas, aún no habríamos tenido para ese entonces un tren de alta velocidad que uniera toda la ciudad de sur a norte, por lo tanto no nos quedaría otra, que transportarnos por barcos que se tomarían desde paraderos enclavados en el mar. Mientras tanto dentro de la ciudad, la idea de los bypases salvadores convertiría las principales vías en túneles de varios pisos, con suerte subterráneos, por los  cuales transitarían una legión de necios limeños  con su idea del estatus del auto particular, ya habiéndose adaptado a perder millones de millones de horas hombre en transporte y contaminando a lo grande.

Felizmente sí se puede ser optimista con lo que se está proyectando para Lima en la actualidad. Megaproyectos que convierten vías en espacios públicos como Via Parque Rimac, Costa Verde y Av. Salvador Allende ya son parte de un plan maestro, que ya existe y que está siendo ejecutado. Solo nos queda Esperar el milagro.


Esquema en 3d de una idea que se tenía para  una porción de Via Parque Rimac, proyecto que entre otras cosas, soluciona la vialidad y hace una recuperación urbana principalmente de una parte importante del centro de Lima  con un radio de acción desde Lurigancho hasta el Callao. En el esquema se puede ver la vía principal para autos rodeada por un gran parque público que aportaría a la ciudad  cultura y demás actividades, con puentes que cruzarían el Río Rimac y lo harían un lugar atractivo para el peatón y el ciclista.

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