domingo, 2 de marzo de 2014

Efímeras que resultan eternas

La Arquitectura temporal existe desde la humanidad nómada, ahí cuando a algún iluminado se le ocurre dejar de buscar cuevas para arrastrar unas varas  y unas pieles para hacerse una carpa donde vaya, llevando el hogar a todos lados como un caracol.

Saltando al Renacimiento, donde la percepción era engañada con efectos escenográficos pomposos de precarios arcos del triunfo en madera o  cortinajes majestuosos disfrazando estructuras de pobre manufactura, se usaba para visitas importantes, matrimonios y fiestas, se creaban mundos de fantasía artificiales para que los señoritos se sintiesen en la ciudad de los elfos. Luego se desarmaban o destruían, regresando a la pedestre realidad.

 En Lima, los sistemas constructivos provisionales se van importando y evolucionando desde  la quincha hasta los sistemas modulares de vanguardia, pasando por las estructuras de madera, la estera con bolsa en los casos menos afortunados, el triplay con su espantoso acabado y su corto tiempo de vida, las tabiquerías de cartón y aglomerados de cualquier cosa, las alternativas provisionales de techado, como las que importan después de darse cuenta que los techos de advesto resultaban carcinogénicos cual Big Mac.  En los 90s con sus goteras y apariencia chusca, el pesado sistema Fibrablock, luego la precaria calamina plástica, de esas que suelen volar al jardín del vecino, la calamina metálica que te convierte la casa en un horno, y finalmente por ensayo y error, la calamina de fibrocemento.

Las tabiquerías provisionales  acaban poblando azoteas y tugurizaciones de vivienda varias, el problema es que difícilmente llegan a desmontarse. En la mayoría de casos, las construcciones provisionales se quedan en las viviendas para siempre, llegando a tener un proceso de biodegradación lento y eterno, que en su pulguienta y mohosa existencia, el usuario vive parchando, masillando, maquillando y en medio de la tristeza no logra jamás el efecto de material noble. Hasta que a finales de los 90´s bien tardíamente llega a Lima la maravilla del drywall.

Todo lo que pudo hacer pensar en un sanguche donde el cartón trabaje a la tensión, el yeso a la compresión y unas laminillas metálicas dobladas en perfiles a la flexión, toda una revolución. Aislante, resistente al fuego y la humedad, sismoresistente, limpio y eficiente. Sin embargo, hay de bastantes calañas, para interiores el blanco, para exteriores el superboard, para los baños el verde, pero vamos, que acá el barato se usa en todo.

Estela Reynolds cuando se refiere a su departamento 
como "la carcel de Pladur", se refiere al susodicho 

Ahora, todo tiene un tiempo de vida, y el drywall no es la excepción, a los cinco años, las cintas que cubren la unión entre plancha y plancha comienzan a despegarse, la plancha se panzea y los bordes se cuartean, cada año se va poniendo más y más berrinchudo.. Sobre todo si lo usan en exteriores. Pero claro, eso no es algo que preocupe mucho porque al final, lo que más importa es vender a lo Made in China.


 Drywall cayendose en un exterior, al menos con propuesta engañamuchachos - Trujillo 

Ahora, el drywall al ser usado como material permanente y su fácil manejo, permite realizar una variedad de formas y recovecos, que los ejecutores de berrinchudez, los clientes aspiracionales y los mismos arquitectos, aprovechan para sacar a flote toda la barrocada y pomposidad que les sale de las profundidades del alma, dando rienda suelta a imaginaciones desde alegres hasta más bien perversas, que claro, chocan contra enormes muros aveces, porque al haber tanta libertad, el riesgo de quedar feo, raro o los dos, no es responsabilidad del creador ni el ejecutor, sino de sus subconscientes.

Primero, algunas maravillas de Drywall en Lima, de mis favoritos:



Remodelación arriesgadísima en Jesus Maria, llena de criterios estéticos no necesariamente funcionales,  pero sí dramáticos, de una fuerza evidente, gritón, reaccionario, churrigueresco, toda una obra maestra. Sin Drywall, imposible.


Puntas agresivas y explosivas  para llamar la atención, en San Miguel


Trujillo no se queda atrás, aquí un loquillo..




La discoteca que te vende forma de superboard.. entra, entra..


Aquí donde la formas no fueron precisamente las más bonitas:

Un edificio soso, que cobra cierta gracia con drywall.. pero, que os puedo decir.. gracia nomás 

"La Rambla", un centro comercial  cubierto mazacotudamente en drywall, donde parece que se hubieran esforzado  por hacerlo tosco... y feo    estético.


Puntas y formas drywoleras en Trujillo.


 Azoteas que crecen provisionalmente, para la eternidad

Huaraz

Trujillo



 La mezquindad hecha cobachita de drywall 

Efectos escenográficos provisionales

 Sanguche encima de puesto, efimero que resultó eterno.. su apariencia fálica y vieja atrae a los clientes, en una rarísima estrategia de márketing subliminal.



 No podía faltar Lince, un baño turco-lupanar que ya da ganas de que se biodegrade..


La libertad hizo al mounstrito, en Trujillo

En conclusión, a los diseñadores solo nos queda agradecerle al drywall, por hacer nuestros sueños realidad sin reventar presupuesto, aunque se caigan en menos de diez años o nos haga arriesgarnos demasiado, aunque ya no se puedan hacer tales maravillas en concreto por su culpa, ya se puede ir llenando la ciudad de hermosos forúnculos arquitectónicos efímeros, que resulten eternos.





2 comentarios:

  1. Mi hermano ha construido su tercer piso en mi azotea ¿cuánto tiempo empezará a caerse?

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    1. Lo encontrarán arqueólogos por el 4500, cuando el drywall sea considerado material noble y la vivienda provisional sea hecha de una planta modificada genéticamente

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