Señores,
tengan mucho cuidado, no busquen el
placer en ninguna de sus formas mundanas por que en cualquier momento viene
Dios, que está muy enfadado, y arrasará con una bola de fuego tu ciudad, tu
vivienda, tus pecadores familiares y hasta tu incrédula mascota; pero vamos,
que por un módico precio mensual y
alguna que otra petición para ser parte de alguna estadística por alguna
opinión política/económica o social, te damos la membresía al club de los que
serán salvados, de los que cuando venga aquella bola de fuego incandescente, se
les liberará del cuerpo un campo fisio-ectoplásmico mágico que hará que las llamas, resbalen por
los costados y una vez el mundo devastado, ennegrecido por el carbón achicharrado de maricones, parafílicos,
yonkies, tatuados, furcias, adoradores de Belcebú y cipayos de Babilonia la
Grande, los salvados serán llevados
en buses de a veinte a un lugar
paradisiaco y hermoso donde vivirán a todo dar en medio de cánticos y
festividad. Menos los testigos de Jehová, a estos se les llevará a una especie
de purgatorio, porque solo 144 mil elegidos aristócratas se irán al cielo, ellos sí que viven y
vivirán a todo dar.
Faltaba
alguien que diga las cosas como son, es un hecho, el negocio de las sectas es
apasionante y eficiente, el producto que se vende, entre libros y DVD´s, es en
esencia: El Discurso. Así como en toda religión
la gente va para que les digan todo el sofisma necesario para soltar la
plata, estas trabajan de la misma manera que el enquistado Catolicismo
Cristiano Apostólico Romano pero de
forma más frescas, más comerciales, a veces más ingeniosas y al ser más
pequeñas, de formas más elitistas. Además de ser fuente de identidad,
contactos, chismes y entretenimiento, es una poderosa fuente de
tragicomedia arquitectónica.
Es
que les das la plata y vaya usted a
saber que hacen con ella! Una vez que las cúpulas de poder se esconden en algún
paraíso fiscal lo suficiente para asegurarse la tranquilidad de algunas
generaciones, empieza un ciclo de inversión en infraestructura, donde el
lenguaje arquitectónico busca gritar, para variar, la demostración del poder. Y
qué mejor que después de tanta labor en la manipulación de
medios de comunicación, se tenga un
monumento donde la grandilocuencia del discurso, que se pretende inyectar a la
fuerza por medio de una envolvente “evangelización”, genera un paralelo urbano
donde se impone un Búnker mamotrético, elefantiásico y brutal en medio de
cualquier otro entorno, que aplaste con su agresividad, los discursos más
débiles, creando el efecto de institucionalidad en algo que, definitivamente,
no lo es.
Nave espacial Adventista aterrizada en Breña.
Algunos
han infectado viejos cines art decó y los han convertido en auditorios
iluminados donde bailan, cantan y cobran. Las infraestructuras nuevas son
aspiraciones deconstruídas de los templos Católicos. Sus edificios eran generalmente evocaciones a las del catolicismo moderno
progre tipo teología de la Liberación; sin embargo, ya hace muchos años que el
supéravit los ha hecho incurrir en la
aventura de inventar una imagen, un nuevo estilo propio.
Izquierda a derecha: 1 Templo de la Gloria de Dios desentonando en Lima. 2 Iglesia Alianza Misionera siendo muy antisocial en Lince. 3: Adventistas haciendo de las suyas con pajareras y ventanitas en La Victoria.
Torreones
altos y desproporcionados, formas tiesas aterrizadas en las calles de manera
totalmente antisocial, muros ciegos enormes, vigones de concreto con sus
imitaciones de drywall en un insólito sentido de compensación formal, muros
cortina de cristales de colores berrinchudos reflejantes, portones gigantes
como para tráiler donde entran y salen adolescentes recién captados, edificios
que gritan toscamente: ¡Miren! ¡Aquí está la plata! ¡Vengan, Vengan! ¡Tremenda
inversión que hemos hecho!
Por
dentro no hay mucha sorpresa, un gran auditorio para adoctrinar en masa,
tallercitos para adoctrinamientos más específicos, oficinitas con departamentos
que siguen el mismo esquema que cualquier negocio, calabozos para los que se
portan mal, cafeterías para generar retorno y decenas de cuartitos sin sentido porque la plata sobra y
chorrea.
Iglesias de menor pelaje espantando.
Sociedad Bíblica Peruana ahogandose en su escasez de ventanas, esperando queso para rayar en Lima
Xilófono mutante en Bellavista, atrayendo incautos con una lamida de vaca de pórtico.
Cines Art decó desvirtuados, invadidos y vilipendiados por indignas actividades en San isidro y Breña.
Bunker raro cerca a la UNI en San Martín de Porres
La sosería de los
testigos de Jehová
Vienen
tocando de puerta en puerta en una labor repetitiva de constante frustración,
son los más pesados, con su atalaya en
la mano, mujeres con faldones en colores tristes y lentes de poto de botella
preparados para fulminar diversas erecciones que se presenten en el camino. Extrapolan
la frigidez de sus vidas en la arquitectura de manera brillante. Es que los
salones del reino de los testigos de Jehová son todos sosos, aburridos, muy
malas imitaciones de los de los mormones, de lenguaje flojo y repetitivo, será
por que la actitud ante el fin inminente del mundo y el juicio final mil veces
postergado es lógicamente, pusilánime
Los pretenciosos Santos
de los últimos días (MORMÓN)
Con
un corazoncito tierno que la arenosa sociedad
tilda de racista, elitista,
machista, fascista, y un etcétera de ‘istas’, uno los ve siempre venciendo su
propio estereotipo, siempre en grupitos
con diversidad racial cual gigantografía de Benetton, paseando en las calles
uniformados con camisita de rayas y pantalón pasarrillo, dan ganas como una
mezcla de engreírlos o cachetearlos. A pesar del look huevastristes, mueven
millones, como era de esperarse, su diezmo es un nada deleznable 10% de lo que
ganen, que paga de sobra sus biblias, sus fólderes con papelería y sus templos esparcidos
por todo el Perú.
Algunos
enormes y otros más pequeños, han logrado estandarizarlos marcialmente a tal
punto que en cuanto a lenguaje, son todos iguales, estén en la puna, en la
costa o en la cochinchina, los templos de los Santos de los Últimos Días, son
covachas de concreto pintados de marrón kaki con crema, con techo a dos aguas,
con ínfimas ventanitas altas, siempre
enrejadas y rodeadas de un jardín de pasto verdecito, que rompen con cualquier
entorno urbano por más paupérrimo o pudiente que sea, por más que no exija
retiro, por más que tengan para
construir más altura o por más que el metro cuadrado esté por los cielos, el
modelo de covacha en medio del pasto, se respeta. Y claro, ni qué decir de la
catastrófica calle que producen, interminables muros o rejas antisociales de una irresponsabilidad
arquitectónica flagrante.
Israelitas del nuevo
Pacto Universal
Les
dicen “Los de Ataucusi”. Se les ve derrochando personalidad con sus barbas
largas y sus disfraces que parecen salidos de una actuación escolar, luciendo
sus chancletas y sus túnicas blancas con cortinas en colores vivos. Las malas
lenguas cuentan que son excelentes trabajadores, honrados y educados. El
problema es que no mueven tanto dinero como sus similares, pero el arte gráfico
que excretan es un impresionante conglomerado de colorinche andino con técnicas
digitales descabelladas. Paint apurado, Power Points con Word Art de los que no
se usan hace más de diez años, animaciones clásicas con sonido de arpegio,
imágenes prediseñadas noventeras, y sus
videos con una siniestra mezcla de cámaras de pobre pixelaje con flashes y glitter pegados con abuso de chromas en editores de video,
agradeciendo la democratización del conocimiento que proveen los tutoriales de
Youtube y siendo indiscutibles pioneros de la cultura Vaporwave. Ya quiero
imaginarme qué harán cuando hagan grandes edificios ¡no puedo siquiera
concebirlo! (mentira, en el fondo
mataría por ser yo el que tenga la oportunidad de oro de diseñárselos). Por lo
pronto tenemos sus aquelarres y sus procesiones con enormes peces de papel
marché entre banderas del arcoíris que nos remiten a los paseos de antorchas… o
a los Gay Pride.
Ezequiel Ataucusi, fallecido líder histórico de Frepap, en foto característica de campaña presidencial Fuente:http://frepappucallpa.es.tl/HISTORIA-DEL-MAESTRO-EZEQUIEL-ATACUSI-GAMONAL.htm.
Memorable momento televisado donde esperaron la resurrección del líder al tercer día de fallecido… Cosa que no aconteció
Fuente: http://www.caretas.com.pe/2000/1625/articulos/ezequiel.phtml
Ejemplo hermoso de la impactante técnica gráfica de los Frepap Fuente: http://s576.photobucket.com/user/angelitocrazy2/media/SRJONASFIRM1.gif.html
Cabe
resaltar la propuesta de Fronteras Vivas de Ataucusi, siempre me
pareció genial a tal punto que mi candidato favorito el 2000 era
Federico Salas, pero como se juntó con el impresentable de Rafael
Rey, decidí darle mi voto al Frepap, cosa de la cual no me
arrepiento en lo absoluto.
Otros Movimientos como la misión carismática, nos dejan este horroroso galpón que mezcla su actividad principal (el comercio) con la política y la religión.
Otros Movimientos como la misión carismática, nos dejan este horroroso galpón que mezcla su actividad principal (el comercio) con la política y la religión.
Colofón.
Quizá
sirvan para dar que hablar, para relucir
la caridad que tanto les gusta, para
rellenar mass media o para hacer
relaciones públicas. Para alguien que les venga con que
todas las religiones no son más que alegorías astrales, que todo es una farsa, o que todo es un
negocio, siempre estará presente y campante, la amenaza del infierno, de hecho, discutir con uno de estos individuos es una invitación a la victoria. Personas cuya realización personal consiste en reprimirse en todo sentido, o al menos aparentarlo, captados en momentos de angustia y desesperación, obligados a pagar su 10% por contactos . Pero la arquitectura es sólo la punta del iceberg, el
problema real es el elitismo y sus
poderosas posiciones anacrónicas y ultra conservadoras que actualmente causan importantes retrocesos sociales, que
intervienen hasta en los ámbitos más políticamente correctos.
Estas
son las cosas que pueden suceder en el mundo, solamente porque se contagia y
dispersa el bicho de un apasionante cuento colectivo, y en lo que concierne a la arquitectura, los forúnculos urbanos que pagan ingenuos
feligreses, a los que se les vende la idea de que hay que alimentarlos y
hacerlos crecer más y más para agradar a un gigante, enfadado, y delirante amigo imaginario.